Morelia, Michoacán a 3 de octubre de 2024.- Gerardo Cifuentes Nava, académico del Instituto de Geofísica Unidad Morelia (IGUM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recientemente fue nombrado Jefe del Servicio Magnético del Instituto de Geofísica de la UNAM, una tarea que tiene como reto la investigación y monitoreo del campo magnético de la tierra, tanto de origen interno como aquel que se genera con la interacción con el Sol.
“El servicio magnético está dedicado a la observancia de ese gran imán, que cuando medimos el campo magnético no solamente medimos el del planeta, sino también analizamos su comportamiento en el interior, la corteza y también medimos la interacción del campo magnético de la tierra y el del sol”, explicó el doctor Cifuentes.
El especialista explicó que el estudio de los campos magnético tiene fines académicos, científicos y hasta sociales, ya que sirve para la localización de recursos naturales y el posicionamiento global, es decir, la geolocalización que utilizan aplicaciones de servicios de ubicación en mapas; además de contribuir con otros campos de estudio como la vulcanología (los volcanes y su actividad) y la geodesia (que es la ciencia que estudia la forma y dimensiones de la Tierra ) y la distribución del fondo oceánico, por mencionar algunos.
El Servicio Magnético del Instituto de Geofísica de la UNAM también colabora con otras instituciones para la generación de conocimiento e información que ayuda al desarrollo y cuidado de la sociedad, como es el caso de los grupos de exploración del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE) o la Facultad de Ingeniería en la exploración geofísica y las geociencias.
Sobre el Servicio Magnético del IG UNAM
En palabras del doctor Gerardo Cifuentes Nava, el Servicio Magnético es una institución universitaria que surgió en 1879 en el país, aunque en sus inicios fue operado por las autoridades federales mediante la Secretaría de Fomento de la República Mexicana, esto en el ánimo de medir los fenómenos físicos del país, en este caso, el campo magnético.
“El servicio pasó por varias transformaciones hasta llegar a ser una instancia universitaria, única en el país, que genera conocimiento a nivel internacional en el ánimo de mantener el monitoreo del magnetismo terrestre en tres vertientes: el Campo magnético principal, EL Campo magnético de la corteza terrestre y el Campo magnético de origen externo” detalló.
Cuando fue creado el observatorio meteorológico y magnético central, fue establecido en el Palacio Nacional. Posteriormente, con el fin de tener datos más fidedignos, se movió a Tacubaya y luego a Cuajimalpa, ambas sedes en la Ciudad de México, hasta que en agosto de 1914 llegó al pueblo de Teoloyucan, en el Estado de México, sitio en donde sigue su operación hasta la actualidad.
