El Vaticano, Roma, 8 de abril del 2024.- A través de un documento publicado por El Vaticano, se condenó como graves violaciones de la dignidad humana la eutanasia y el aborto, la teoría de género, el cambio de sexo en las personas y la maternidad subrogada (vientres en alquiler), no obstante, se muestra a favor de la despenalización de la homosexualidad.
El texto titulado ‘Dignitas infinita’, cuya elaboración ha durado 5 años y se publica con motivo del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, vio la luz para ofrecer “también a la Iglesia la oportunidad de aclarar algunos malentendidos que surgen a menudo en torno a la dignidad humana”.
En el señalado documento presentad por el nuevo prefecto de El Vaticano, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, se enumeraron las “violaciones graves de la dignidad humana que son de especial actualidad” y entre ellas la Iglesia se posiciona en contra de la maternidad subrogada, “mediante la cual el niño, inmensamente digno, se convierte en un mero objeto”.
Por lo cual, la calificaron como algo “deplorable”, que además ofende de manera grave la dignidad de la mujer y del bebé nacido, con base en la explotación de la situación de necesidad de la madre, según El Vaticano.
“Un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato”, se lee en el texto.
Así mismo, el antiguo Santo Oficio despotrica contra “la teoría de género“, que considera “extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos” y “pretende negar la mayor diferencia posible entre los seres vivos: la diferencia sexual”.
En ese sentido, condena los cambios de sexo de las personas dado que “es en el cuerpo, de hecho, donde cada persona se reconoce generada por los demás, y es a través de su cuerpo que el varón y la mujer pueden establecer una relación de amor capaz de generar a otras personas”.
“De ahí que toda operación de cambio de sexo, por regla general, corra el riesgo de atentar contra la dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción”, se precisa en el texto, aunque refiere que “esto no significa que se excluya la posibilidad” en “una persona afectada por anomalías genitales, que ya son evidentes al nacer o que se desarrollan posteriormente”.
En el caso de la homosexualidad, El Vaticano a través del documento reiteró que “toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad” y denunció “que en algunos lugares se encarcele, torture e incluso prive del bien de la vida a no pocas personas, únicamente por su orientación sexual”.
Al respecto, el cardenal afirmó que “la idea del matrimonio gay con la propia eliminación de las diferencias no parece aceptable”, no obstante, “es doloroso que algunos católicos defiendan leyes injustas” que ordenan el encarcelamiento de personas “por el solo hecho de ser homosexuales”.
Así como concluyó que “estamos evidentemente a favor de la despenalización de la homosexualidad“.