Culiacán, Sin., a 22 de septiembre de 2024.- En un hecho que ha causado revuelo y consternación entre los habitantes de Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya fue visto el pasado sábado disfrutando de una comida en el exclusivo restaurante Archiebald del hotel JW Marriott en la Ciudad de México, mientras la ciudad de Culiacán enfrentaba una nueva ola de violencia que ya acumula 13 días consecutivos.
Durante esa jornada, la capital sinaloense volvió a ser escenario de enfrentamientos armados entre las fuerzas de seguridad y grupos criminales, especialmente en la zona de Tres Ríos, donde se reportaron tres presuntos delincuentes muertos y dos militares heridos.
La violencia, que ha azotado a la ciudad desde hace casi dos semanas, dejó un saldo de 10 homicidios ese mismo sábado, aunque la Fiscalía General del Estado solo ha confirmado siete víctimas hasta el momento.
Este incidente no solo destaca la tensión que se vive en Sinaloa, una región que históricamente ha sido golpeada por el narcotráfico, sino que también evidencia el distanciamiento entre los líderes políticos y las realidades que enfrentan los ciudadanos.
Mientras las autoridades estatales intentan reforzar la seguridad, anunciando la llegada de dos nuevos batallones del ejército —600 efectivos en total—, la población sigue atrapada en un clima de miedo e incertidumbre.
Videos compartidos en redes sociales muestran a los residentes de Culiacán buscando desesperadamente refugio en centros comerciales, restaurantes y sus propios hogares ante los intensos tiroteos que se desataron en diversas partes de la ciudad. En particular, la plaza Cuatro Ríos fue uno de los lugares donde civiles aterrorizados buscaron protección.
A pesar de las medidas implementadas por el gobierno estatal y federal, la violencia sigue su curso y el panorama en Sinaloa no parece mejorar. La prolongada batalla entre las fuerzas de seguridad y los cárteles criminales, con epicentro en Culiacán, continúa dejando una profunda huella en la sociedad local, que se siente cada vez más vulnerable ante un problema que parece no tener fin.
Mientras tanto, el gobernador Rocha Moya sigue siendo objeto de críticas por la falta de presencia y liderazgo en momentos tan críticos para su estado.