Culiacán, Sin., a 18 de septiembre de 2024.- Culiacán vive sus días más oscuros de los tiempos modernos. La ciudad ha alcanzado 10 días consecutivos bajo un asedio marcado por la violencia extrema, con un saldo trágico de 89 víctimas entre asesinatos y desapariciones. Del 9 al 18 de septiembre, los reportes oficiales confirman 48 personas asesinadas y 41 desaparecidas, una crisis que ha dejado a los habitantes de la capital sinaloense en estado de máxima alerta.
Violencia y robos a la orden del día
La escalada de violencia ha dejado profundas cicatrices en la población. Además de las víctimas humanas, el robo de vehículos se ha disparado. Según las autoridades locales, se han contabilizado al menos 51 automóviles robados en distintos puntos de la ciudad, una tendencia que mantiene en vilo a los ciudadanos, que se ven obligados a extremar precauciones al desplazarse.
La inseguridad creciente ha provocado que muchas familias opten por mantenerse en sus casas.
Impacto en la educación y el comercio
El sector educativo no ha quedado exento de los estragos del asedio. Aunque no se ha declarado una suspensión general de clases, varias escuelas han decidido, en consenso con los padres de familia, continuar con la modalidad en línea. La situación es particularmente delicada en el municipio de Elota, donde las autoridades han suspendido oficialmente las clases presenciales hasta nuevo aviso.
Por otro lado, el sector comercial también enfrenta serias dificultades. Supermercados y tiendas han optado por cerrar sus puertas más temprano ante el riesgo de violencia, mientras que los restaurantes operan con horarios reducidos para evitar que empleados y clientes se vean expuestos en horas peligrosas.
Crisis alimentaria y desabasto
Además del miedo a la violencia, los habitantes de Culiacán ahora enfrentan otro problema: el desabasto de alimentos. El transporte de mercancías ha disminuido considerablemente debido a que los tráileres y camiones de carga evitan circular por las carreteras ante la ola de violencia. Quilá, una localidad cercana a la capital, es uno de los lugares más afectados por la falta de alimentos, lo que ha motivado la organización de una campaña de bancos de alimentos para llevar despensas a las familias más necesitadas.
Llamado a la calma y ayuda humanitaria
A pesar de que las autoridades han hecho llamados a la calma y asegurado que se trabaja en contener la violencia, la situación sigue siendo crítica y, tras diez días de violencia ininterrumpida, el panorama es desolador para muchos.
Organismos civiles y religiosos han lanzado iniciativas para apoyar a las comunidades más afectadas, mientras las fuerzas de seguridad tratan de contener la ola de violencia que azota a Culiacán y sus alrededores.
Este asedio, que ha generado tanto temor como desconsuelo, tiene a la ciudad en vilo, mientras la esperanza de una pronta recuperación parece lejana.