Morelia, Michoacán, 17 de marzo de 2024.- Hace cuatro años, el 17 de marzo de 2020, Michoacán se vio abocada a un cambio radical en su ritmo de vida. La pandemia de COVID-19, declarada oficialmente como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de ese mismo año, llegó al estado, obligando a un paro total de actividades y confinamiento de la población.
Un antes y un después:
Si bien la emergencia sanitaria a nivel nacional se había declarado seis días antes, la suspensión de clases presenciales en Michoacán a partir del 17 de marzo marcó un punto de inflexión. La sociedad, que en un principio minimizó la gravedad del virus, se vio confrontada a una realidad que transformaría su cotidianidad de manera profunda.
Las primeras semanas:
11 de marzo: La OMS declara el COVID-19 como una pandemia.
16 de marzo: El gobierno de Michoacán declara la emergencia sanitaria y suspende las clases presenciales.
17 de marzo: Se implementa el paro total de actividades no esenciales en el estado.
Incertidumbre y medidas: La población se enfrenta a una situación desconocida, con información aún limitada sobre el virus y medidas de prevención en constante evolución.
Reclamos sociales: La falta de claridad en las medidas gubernamentales y la tardanza en la adopción de algunas, como el uso obligatorio de la mascarilla, generan descontento en la sociedad.
Lecciones aprendidas:
Vulnerabilidad: La pandemia evidenció la fragilidad del ser humano ante la enfermedad, sin importar religión, sexo, grupo social o estatus económico.
Importancia de la prevención: La adopción de medidas como el distanciamiento social, el uso de la mascarilla y la vacunación se convirtieron en herramientas fundamentales para contener el virus.
Solidaridad y cooperación: La pandemia también puso de manifiesto la importancia de la solidaridad y la cooperación entre la sociedad y las autoridades para enfrentar desafíos comunes.
A cuatro años del inicio:
Michoacán, como el resto del mundo, continúa transitando por la compleja realidad del COVID-19. Si bien se han logrado avances significativos en la contención del virus y la vacunación de la población, y aunque la pandemia fue declarada como finalizada. Es importante mantener las medidas de prevención y seguir aprendiendo de las lecciones que esta experiencia nos ha dejado.
