Gracias, Señor, por el año que se va
con su carga de dichas y tristezas,
por la cauda de amores y proezas,
porque ya un año nuevo al fin vendrá.
Gracias, Señor, por este veintitrés,
porque tuvimos triunfos y derrotas,
por las luchas de todos los patriotas,
porque el Malo tuvo más de un revés.
Te agradezco, Señor, por lo que tengo,
que no es poco, ni malo, ni podrido,
es bueno y a voz en cuello lo sostengo.
Te agradezco, Señor, lo que he vivido
y a pedirte de rodillas ahora vengo:
que a tu amparo recobre el bien perdido.