Chilpancingo, Guerrero, a 12 de marzo de 2024.- El asesinato del estudiante de Ayotzinapa Yanqui Rothan Gómez por parte de la policía de Guerrero en un filtro de revisión a las afueras de Chilpancingo, ha tensado aún más la relación entre los padres de los 43 y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El suceso ocurrió la noche del jueves, mientras que el abogado Vidulfo Rosales Sierra mencionó que la mañana del miércoles 6 de marzo, Yanqui Rothan Gómez estuvo en la protesta de los normalistas en Palacio Nacional, donde exigieron que López Obrador se reuniera con los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace diez años.
Y de la misma forma en como ocurrió hace una década, este caso ya tiene inconsistencias: después del ataque perpetrado por policías estatales en un filtro de revisión, la noche del jueves 7 de marzo, en Chilpancingo, los elementos se llevaron la camioneta de la escena y por 10 horas privaron de su libertad a un detenido, pero no informaron de un tercer estudiante detenido y difundieron la versión de que la muerte de Yanki Gómez fue derivada de una agresión que la policía repelió.
Pero al parecer, la balística señala que en el vehículo se hallaron los impactos de cuatro balazos, cuya trayectoria ocurrió de afuera hacia el interior. Mientras que en la escena no fueron encontrados casquillos del arma corta que, según la policía, accionaron los estudiantes.
Entonces, de acuerdo al abogado Vidulfo Rosales Sierra “aquellas autoridades que avalaron la versión manipulada que pretendía evadir la responsabilidad de los policías deben enfrentar responsabilidades penales, si no se hace se alentará la impunidad”, dijo en referencia al secretario de Seguridad Pública estatal, Rolando Solano Rivera y el secretario general de Gobierno, Ludwing Marcial Reynoso.
Vidulfo Rosales representa a los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos de manera forzada en septiembre de 2014 en Iguala y ahora ha asumido el caso de los tres estudiantes atacados por la policía estatal, entre ellos Yanqui Rothan Gómez, en un filtro de revisión a las afueras de Chilpancingo.
