Morelia, Michoacán, a 28 de junio de 2024.- Por primera vez en la historia de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) de Michoacán, se realizó un panel en el que participaron una persona con sordoceguera, una con discapacidad visual y una persona sorda, actividad enmarcada en la conmemoración del Día Internacional de la Sordoceguera.
Fue Miguel Ángel García Ortiz, persona sordociega, el primero en intervenir. Con el apoyo de un intérprete guía expuso su experiencia de vida: los obstáculos a los cuales se enfrenta en el día a día, la discriminación de la que es víctima, el poco interés de las autoridades por las personas en su condición e, incluso, el abandono de la familia, que se supone debería ser la primera red de apoyo.
Sin embargo, se autocalificó como una persona positiva, libre e independiente, pues a pesar de la discapacidad posee gran habilidad para trabajar la madera, por lo que elabora una considerable cantidad de productos, tanto artesanales como utilitarios, que le permiten obtener ingresos para llevar una vida digna.
Afirmó que él no “sufre” la discapacidad pues considera que todo es cuestión de actitud y que cualquier persona, con discapacidad o sin ella, es capaz de hacer lo que le guste y lo que le produzca satisfacción.
En segundo término, participó Yareni Karla Pérez Vega, persona sorda, impulsora del respeto a la comunidad sorda y destacada activista defensora de las personas con discapacidad, quien expresó su reconocimiento a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán por realizar, por primera vez en su historia, un evento totalmente inclusivo.
A través de un intérprete de Lengua de Señas Mexicana, Yareni se refirió a Miguel Ángel como una persona admirable, e hizo hincapié en la única forma en que él puede comunicarse, que es a través del sentido del tacto, e invitó a las personas que no presentan discapacidad a concientizarse sobre las dificultades a las que se enfrentas quienes sí la tienen.
También participó Rocío Negrete, licenciada en Educación, persona con discapacidad visual, quien resaltó la importancia de contar con este tipo de espacios que permiten, por un lado informar a la sociedad en general en qué consisten las diferentes discapacidades y que, por otro lado, propician la reflexión sobre las condiciones en las que viven estas personas, las responsabilidades de los diferentes órdenes de gobierno y lo que la sociedad civil puede hacer desde lo colectivo e individualmente.
Recordó que cualquier persona con discapacidad se enfrenta diariamente a un sinfín de barreras y que para los sordociegos estas barreras se cuadruplican.
Reveló que en Morelia hay 5 personas sordociegas y ninguna institución o dependencia que atienda sus necesidades, por lo que demandó que la inclusión sea verdadera y las políticas públicas no que queden en el papel.
También aludió a la responsabilidad de la sociedad civil y ejemplificó: “Si en Morelia hay 5 personas sordociegas ¿no podría haber uno, o dos, o más intérpretes guías que los auxiliaran?”.
Finalmente dijo que la verdadera inclusión se genera cuando las autoridades proporcionan a las personas con discapacidad las herramientas para su desarrollo integral y facilidades de accesibilidad necesarias para que disfruten de una vida digna, tal como lo establecen los Derechos Humanos.