Morelia, Michoacán, a 11 de enero de 2024.- Con las elecciones del 2 de junio de este 2024, la contienda electoral más grande e importante de la historia en México, ya empiezan a registrarse actos violentos en el país contra aspirantes y precandidatos, lo cual avisora, de acuerdo a especialistas, un proceso electoral donde, la delincuencia organizada, buscará imponer a sus candidatos y quitar del camino a quien o quienes le estorben en sus planes ilícitos.
Esto hace recordar los comicios del 2021, año en que se renovaron más de veintiún mil cargos de elección popular; quince gubernaturas, quinientas diputaciones federales, más de mil diputaciones locales y casi dos mil ayuntamientos o alcaldías, lo cual representó el 80% del mapa político nacional.
Entre estas quince gubernaturas que se elegirían en 2021 se encontraba la de Michoacán, una entidad con alternancia en el gobierno. El mandatario saliente era Silvano Aureoles quien fue postulado por el Partido de la Revolución Democrática en 2015 y gobernó hasta el 2021; anteriormente había gobernado el PRI y una Comisión de Seguridad y Desarrollo, inventada de manera bizarra por el entonces presidente, Enrique Peña Nieto y el ahora inhabilitado, Alfredo Castillo Cervantes.
Fue el propio Aureoles Conejo, el que en su momento, abanderó una movilización en solitario, con documentos en una mano y su banquito en la otra, afirmando que en las elecciones del 6 de junio del 2021, donde ganara Alfredo Ramírez Bedolla la contienda por Michoacán, hubo, “una clara intervención del crimen organizado, en beneficio de Bedolla”, quien a la postre, se alzó con el triunfo.
Total, aún con el presidente AMLO, haciéndole el vacío a Silvano y no recibirlo, y pese a las denuncias de interferencia del crimen organizado por parte de Aureoles y de los lideres del PAN, PRI y PRD en aquél momento, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó el triunfo del morenista Alfredo Ramírez Bedolla a la gubernatura de Michoacán, por unanimidad de votos.
Y en una decisión que aún sigue sorprendiendo a propios y extraños, los magistrados del Tribunal electoral concluyeron que sí hubo intervención del crimen organizado en el proceso electoral el 6 de junio del 2021 en Michoacán, pero, sólo se pudieron acreditar los hechos ilícitos, en cuatro ayuntamientos: Múgica, Gabriel Zamora, La Huacana y Nuevo Urecho, por lo cual, “no se pudo anular la elección a la gubernatura, porque no se trató de un hecho generalizado en la entidad”, o sea, si hubo intervención del narco, pero, “nomás tantito”, concluyeron los magistrados.
¿Debió haberse anulado la elección? ¿Fue Bedolla un gobernador legitimado en las urnas? ¿Estarán las elecciones del 2024 en Michoacán, libres de la mano de la delincuencia?