Culiacán, Sin., a 24 de septiembre de 2024.- La constante violencia que azota a la ciudad de Culiacán ha desatado un conflicto entre los padres de familia y las autoridades educativas, quienes insisten en mantener las clases presenciales a pesar de los crecientes riesgos. El martes, una persecución armada en la avenida Lola Beltrán, al norte de la ciudad, evidenció esta preocupación cuando los balazos y el caos llegaron hasta las puertas de varias escuelas.
En medio del enfrentamiento, los disparos llegaron a escucharse en la escuela primaria Luis Donaldo Colosio, provocando que los niños y niñas se tiraran al suelo en busca de protección. Esta escena, que refleja el temor y la vulnerabilidad de la comunidad estudiantil, generó una ola de inquietud entre los padres, quienes se preguntan si es seguro seguir enviando a sus hijos a clases bajo estas circunstancias.
Varias escuelas de la zona suspendieron sus actividades como medida de prevención. Sin embargo, muchos padres critican la insistencia de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC) en mantener las actividades escolares presenciales, a pesar de la inseguridad latente.
Algunos consideran que se está priorizando la asistencia sobre la seguridad de los niños, lo que ha llevado a algunos a tomar la decisión de no llevar a sus hijos a clases hasta que mejoren las condiciones.
La SEPyC, por su parte, ha aclarado que no se ha autorizado a los planteles a pedir cartas responsivas a los padres para garantizar la asistencia de los niños, después de que reportes en redes sociales indicaran que se estaba implementando esta práctica. "No se avala ni ha instruido a los planteles educativos a que las madres, padres y tutores firmen cartas responsivas para poder enviar a sus hijos e hijas a clases", señaló la dependencia en un comunicado.
Catalina Esparza Navarrete, secretaria de Educación en Sinaloa, destacó que el derecho a la educación debe garantizarse sin poner en riesgo a los estudiantes, y achacó la responsabilidad de la seguridad de los alumnos, a los directivos.
"Una vez que las y los niños ingresan a un plantel escolar, es la Dirección en conjunto con sus docentes los responsables del cuidado de ellos", señaló Esparza en un comunicado.
A pesar de estas declaraciones, muchos padres siguen sintiéndose inseguros, atrapados entre la obligación de garantizar la educación de sus hijos y el miedo constante que genera la violencia. "¿Qué es más importante, la vida o la escuela?" es la pregunta que algunos padres se hacen al enfrentarse a una realidad donde la violencia y el sistema educativo parecen chocar, sin una solución clara a la vista.