Guanajuato, Guanajuato, a 1 de octubre 2024.- La reciente renuncia de Carlos Zamarripa Aguirre, Fiscal General del Estado, quién estuvo al poder más de una década fue anunciada por la gobernadora Libia Denisse García Muñoz Ledo, quien ha tomado las riendas del gobierno estatal con la promesa de abordar los problemas de seguridad que han generado preocupación entre los ciudadanos.
A lo largo de su tiempo en el cargo, Zamarripa fue objeto de críticas constantes debido a los alarmantes índices de criminalidad. A pesar de esto, su permanencia fue favorecida por el exgobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quien mantuvo una postura firme en apoyo a su fiscal. Esta decisión fue cuestionada tanto por la sociedad civil como por figuras políticas, incluyendo al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien reiteradamente exigió cambios en la Fiscalía debido a los resultados insatisfactorios en la disminución de delitos violentos.
Durante el mandato de Zamarripa, los índices de homicidios y otros delitos graves se incrementaron notablemente, lo que generó un clima de inseguridad y desconfianza entre la población. A pesar de las advertencias y presiones para su destitución, el exgobernador optó por mantenerlo en su puesto, argumentando que se necesitaba continuidad en las políticas implementadas.
Y es que según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el periodo del Gobernador Diego Sinhue hasta julio del presente año se contabilizaron 16 mil 107 víctimas mortales un alto incremento en comparación del sexenio anterior de Miguel Márquez Márquez con 6 mil muertes.
Además elementos de policía, de acuerdo a cifras de la organización "Causa en Común" de septiembre de 2018 a septiembre de 2024 fueron asesinados 382 elementos de policía, en su mayoría municipales.
Sin embargo, la llegada al poder de García Muñoz Ledo ha traído consigo un nuevo enfoque hacia la seguridad pública. En su discurso inaugural, la gobernadora enfatizó la necesidad urgente de transformar las instituciones y fortalecer el sistema judicial para recuperar la confianza ciudadana. Su decisión de aceptar la renuncia de Zamarripa refleja un cambio significativo en la dirección del gobierno estatal y un compromiso hacia una gestión más efectiva y responsable.
En resumen, la renuncia de Carlos Zamarripa Aguirre es un reflejo del clamor social por un cambio en las políticas de seguridad. La gobernadora Libia Denisse García Muñoz Ledo se enfrenta a un desafío monumental al asumir este compromiso, pero su determinación podría marcar el inicio de una nueva era en la lucha contra el crimen organizado y la violencia en el estado.