Pátzcuaro, Michoacán, a 28 de octubre del 2024.- El tradicional arco que algunas comunidades originarias de la Zona Lacustre de Michoacán colocan en los altares de muertos son una actividad familiar que comienza incluso desde los meses de junio y julio con la siembra de las flores de cempasúchil, terciopelo y nube.
Durante la presentación del Taller de Arco para Noche de Muertos, Josué Amezcua, Jefe de Departamento de Productos Turísticos de la Secretaria de Turismo de Michoacán, comentó que esta actividad, aunque popularmente es nombrada como arco de muertos, en realidad se le llama "enrosado de piririkuas".
La piririkua es una estructura elaborada de madera, carrizo o chuspata y encabeza la ofrenda o altar, su nombre hace referencia a la entrada al plano terrenal, aunque su forma puede llegar a variar, regularmente tiene una forma rectangular y en su interior representa algunas ventanas, además de estar coronado con una cruz.
Para su elaboración se requiere flor con un tallo más largo para poder anudarlo en el arco, la primera flor debe estar sujeta con un nudo y posteriormente atar el resto de las flores, de estos arcos se cuelgan frutas, pan de ánimas, figuras de azúcar. La piririkua se puede encontrar tanto en las casas como en las tumbas, simboliza la conexión entre el mundo de los vivos y muertos.
Este taller se lleva a cabo en el Centro Interactivo Vasco de Quiroga (CIVAQ) de 10 am a 5 pm, diariamente hasta el 30 de octubre, tiene un costo de 75 pesos y se puede reservar al número 4361179546 vía WhatsApp.